Hemos hecho el trasiego al secundario.
El olor que desprendía la cerveza era riquísimo, y el color tal y como buscábamos, un cobrizo intenso.
Hemos cambiado la cerveza al segundo fermentador, una vez limpio y esterilizado, como siempre.
Hemos separado 4 litros en una garrafa de agua previamente esterilizada, donde añadiremos el Starter de Brettanomyces de Orval y poder así comparar los resultados.
Después hemos incorporado el licor Benedictine.
Tengo que decir que nos hemos rajado con la cantidad. En un inicio teníamos pensado echar 20cl por litro y finalmente nos hemos decantado por solo 15cl. Es un licor muy potente y no queremos pasarnos.
En la garrafa la parte proporcional.
Luego le tocaba al roble.
Hemos esterilizado las virutas de roble Francés y las hemos incorporado al fermentador.
Increíble el aroma a roble que desprendía el liquido resultante de la esterilización de las virutas. La cosa promete.
¿Y ahora? Esperar una semana y embotellar la parte principal.
Los litros de la garrafa tienen aun mucho camino por delante.
En cuanto el starter este listo le inocularemos la Brett y embotellaremos. La Brett trabajara en botella durante meses.
Os dejo fotos como siempre:
Que buen aspecto tiene. Desde luego no sé si la cerveza será la mejor, pero recibirás una mención al que más ha compartido y contado el proceso. Y eso tiene su valor!
ResponderEliminarJe je, nos gusta que conozcais de primera mano el veneno que os vais a tomar... si es voluntario no es delito. ;)
ResponderEliminarLa verdad es que a priori parece un cañon de cerveza, bien es cierto que aun es pronto. El toque del roble con el licor Benedictine creo personalmente que es un acierto y encaja perfectamente con el color de la cerveza.
Veremos que sale!